Recibo muchas veces la pregunta: ¿Puedo aprender inglés después de los 50 años?
Y la he contestado en mi libro 6 Claves para Aprender Inglés.
Respuesta corta, sí, puedes, y además tiene tantas ventajas para el cerebro que también debes.
La ciencia lo está comprobando más cada día: el envejecimiento del cerebro (y el cuerpo también) tiene más que ver con el desuso que con la edad.
Cuanto más uses tus facultades, más podrás seguir usándolas durante años.
Con eso en mente, hoy quería compartir un buenísimo ejemplo de lo que es posible.
Pero primero, una expresión en inglés. Trabajando en un nuevo libro, he escrito esta mañana una explicación del refrán:
“You can’t teach an old dog new tricks.”
El equivalente en español es “loro viejo no aprende a hablar”.
Es mentira.
Y es justo este tipo de dudosa sabiduría que supone un obstáculo para muchos a la hora de aprender un idioma.
(Otra expresión que no me gusta nada es “la letra con sangre entra”. He escrito mucho sobre cómo disfrutar del aprendizaje, y no veo ninguna ventaja en pensarlo como un tipo de tortura. Pero bueno.)
Para un ejemplo de lo que es posible a cualquier edad, os presento Mary Hobson. Un loro viejo (¿una lora vieja?) que ha aprendido ruso después de los 50.
Cualquier edad es buena para aprender un idioma
Esta semana, gracias a un amigo políglota, me ha llegado un artículo sobre Mary Hobson, una escritora y traductora inglesa que empezó a aprender ruso con 56 años.
Después, lo estudió en la universidad, terminando la carrera poco antes de cumplir los 70 años de edad. Vivía en Moscú en 1991, el mismo año que cayó el comunismo.
Y con 74 años, recibió su doctorado.
No está nada mal, para alguien que empezó tan tarde.
Pero lo que más me gusta de su historia con el ruso es cómo empezó a aprender.
Estaba en hospital, operándose del pie, y su hija le regaló una copia de Guerra y Paz de León Tolstói. Después de leerlo en inglés, pensó “Pues si sólo he leído la traducción. Ahora voy a aprender ruso para leerlo en versión original.”
Empezó a aprender con una amiga que ya sabía ruso, y dice que el primer libro que leyó en ruso fue el mismo Guerra y Paz. (Tiene más de mil páginas, y tardó unos 2 años en terminarlo, con el diccionario en la mano todo el tiempo.)
Ahora, está en punto de cumplir los 90, y dice eso de su aventura con el ruso:
“Si no hubiera ido a la universidad, si hubiera dejado de aprender ruso, no creo que habría vivido tanto. Mantiene tu mente en activo, y te mantiene físicamente activo. Afecta a todo. Aprender ruso me ha dado una nueva vida. Un nuevo círculo de amigos, toda una nueva forma de ser. Para mí ha sido una forma increíble de abrir una nueva vida.”
Y además de trabajar como traductora, ahora está aprendiendo además el griego clásico – con sus desayunos en su casa en Londres, lee las Meditaciones de Marco Aurelio (un libro que yo también recomiendo mucho).
Puedes leer el artículo completo sobre Mary Hobson en inglés aquí: Learning Russian has given me a whole new life.
Ahora bien. ¿Qué podemos sacar de su historia?
Pues, que todo se puede hacer… con esfuerzo y constancia.
Mucha gente piensa que puede mejorar en algo sin esfuerzo, o con un poco de estudio y práctica de vez en cuando.
Pero lo mejor es crear un hábito de hacerlo, día por día. Y no rendirte.
¿Puedo aprender inglés después de los 50 años?
¡Está claro que sí! Si Mary Hobson puede aprender ruso (un idioma mucho más complejo y además con otro alfabeto) no hay motivo por el que una persona mayor no pueda aprender inglés.
¡Con lo fácil que es!
En todo caso, me recuerda algo que he leído hace poco en un libro que se llama The Magic of Thinking Big.
El autor habla de las excusas que la gente se hace debido a la edad. Y dice que estas excusas pueden manifestarse de dos maneras: “soy muy mayor para eso”, o bien “soy demasiado joven para eso”.
La realidad es que pocas personas sienten que tienen “la edad correcta” para hacer algo. Y el tiempo que pasamos esperando el momento perfecto es tiempo perdido.
El pasado es un recuerdo, el futuro un sueño, pero hoy es real.
Manos a la obra.
Tu mejor aliada… la constancia
En el libro sobre “pensar a lo grande” el autor, David J Schwartz dice que las personas más exitosas tienen los mismos obstáculos que los demás. La diferencia es que no los usan como excusas.
Y me puse a pensar.
Por supuesto que no soy el hombre más exitoso del mundo. Pero pensando en qué he conseguido, y lo que me falta todavía por conseguir, me suena que dice la verdad.
Por ejemplo…
Hace poco que he cumplido 6 años desde que puse mi primera web (La puedes encontrar ahí en madridingles.es cuando quieras.) Aquí tienes el artículo que escribí para celebrar el aniversario.
En este tiempo, entre las dos webs, he ayudado a más de 3 millones de personas con su inglés. Y estoy pensando…
- Si hubiera esperado para hacerlo hasta que entendía más de la tecnología…
- Si hubiera esperado ser mejor escritor o aclarar mis dudas con el castellano…
- Si hubiera esperado tener un logotipo profesional o un diseño bonito para la web…
- Si hubiera esperado tener confianza delante de la cámara para hacer los videos…
Si hubiera esperado…
Nunca habría empezado.
Y mi vida hoy sería otro.
No sé por qué no esperé (es una de las pocas buenas decisiones que he tomado en mi vida, de hecho) pero aquí estamos.
Tus deberes de hoy…
Tus deberes con el inglés son lo de siempre. Ponte un objetivo claro para el aprendizaje. Hazte un plan semanal para progresar hacia tu objetivo.
Y manos a la obra.
No esperes.
Nunca es tarde. Y se puede sacar mucha inspiración de las historias de otras personas.
Gracias por acompañarme en esta aventura. Y hasta pronto.
Buen aprendizaje,
Daniel.
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